Desde principios de los 90 al día de hoy, se ha venido trabajando en la prevención del cáncer de piel provocado por los rayos UV que provienen del sol. Las largas exposiciones en la playa en horarios no permitidos y durante un largo período de tiempo son factores que aumentan las probabilidades de sufrir lesiones en nuestra piel. Además es acumulativo, es decir, puede que ahora no desarrolles la enfermedad pero si no te proteges ni te cuidas quizá en unos años puedas sufrirla.
Es importante tener en cuenta que en el horario de las 11 a las 17 horas nadie debería exponerse al sol, mucho menos tirarse sobre la toalla en plena playa. Las pantallas solares y bloqueadores deben usarse aún estando nublado, pues los días nublados tendemos a no ponernos protector solar creyendo que no nos quemaremos y son las peores quemaduras de piel.
El protector solar debe ser mínimo factor 30 y debe protegerte de rayos UVA y UBV, cuanto más elevado sea el factor de protección, más tiempo de protección presenta.¡Prohibido el uso de bronceadores y el aceite de coco! Y es importante aplicarlo antes de salir de casa.
Llevar ropa oscura, sombrero y anteojos es también algo que se debería tener en cuenta. Mojarse de vez en cuando e hidratarse constantemente.
Luego del día de playa, utilizar cremas humectantes y geles post solares.
El pelo también sufre la exposición, por lo tanto tener una crema adecuada para aplicarse en el momento es una buena elección.
Disfrutar del verano sin tener que pagar las consecuencias es algo que deberíamos aplicar todos, sobre todo cuando hay pequeños en la familia.