Todos hemos sido o somos muy hábiles dejando para después lo que sé que sabemos que tenemos que hacer hoy…somos muy conscientes que necesitamos acción ya …pero nos quedamos enganchados en el pensamiento de “mañana empiezo” y ocupamos nuestro tiempo haciendo otras cosas de pronto más placenteras en ese momento pero quizás de menos valor. Nos distraemos fácilmente y encontramos las excusas perfectas para no ocuparnos de los temas que realmente queremos cambiar.
Cuando estos temas tienen que ver con nuestra salud y bienestar….y seguimos dejando pasar el tiempo…y los problemas se intensifican, y los kilos se suman…y la presión arterial sigue alta…nos pesa mucho la culpa y la molestia con nosotros mismo por no poder comenzar el movimiento. Entonces que queremos hacer con eso? Hagámonos esa pregunta…¿Qué es realmente lo que quiero hacer con mi vida, con mi peso, con mi salud y para que lo quiero hacer?
Busquemos que el postergar las cosas que queremos cambiar no sea un mal hábito del que no podemos salir.
Sin duda que la vida cotidiana y su “carrera diaria” por todo lo “que hay que hacer” nos lleva muchas veces a perder el norte y a estar desconectados de nosotros mismos, sin poder escuchar realmente lo que necesitamos y mucho menos ponerlo en acción. Darnos la oportunidad de parar, respirar y tomar contacto conmigo me da la oportunidad de darme cuenta como estoy y que necesito y algo tan simple como respirar con conciencia me trae al presente, al aquí y ahora y es en este presente que me construyo, que elijo y que tomo acciones para lo que sea que desee: vivir más sanamente…disfrutar del momento…alimentarme mejor…hacer lo que me gusta…retomar el ejercicio.
Necesitamos tener claridad hacia donde queremos ir, no dudar, estar convencidos. Tener claro el objetivo y poner toda la energía en él. Conectarnos con el deseo de lo que queremos realizar, alimentar ese deseo, alimentar su llama… para eso necesitamos tener claras las razones que hay detrás de nuestras metas. Tener delante de la mesa la cantidad de razones que tenemos para alcanzar nuestra meta nos ayuda mucho.
Analizar y escribir las tareas que necesitamos hacer para alcanzar la meta. Tener el plan diario de lo que quiero que hacer cada día y hacerlo. Al comienzo esto puede sonar muy acartonado y muy de receta, pero quizás para empezar a adaptarnos a generar y sostener un cambio necesitamos ordenarnos, organizarnos y tener ciertos “paso a paso” y ciertas tareas diarias para hacer.
Busquemos no distraernos, y sí la distracción aparece miremos cual es su propósito, para que nos distraemos?….seguramente eso nos de muchas pistas.
Empecemos por cosas sencillas, fáciles, empezar por partes, por pasos pequeños pero firmes, por mini objetivos. No nos abrumemos con cambios drásticos que después no podemos sostener, tengámonos paciencia y amor, trabajemos con nosotros mismos siendo tolerantes y compasivos. No pretendamos ser perfectos, aunque hoy no nos salga todo como la habíamos pensado a planificado démonos la oportunidad de seguir adelante.
Tengamos presentes que dar el primer paso, que pasar a la acción nos gratificará mucho, nos hará conectarnos con nuestro poder interior y nuestro motor de decisiones y está acción nos hará regenerar la motivación, las ganas y el entusiasmo porque inmediatamente de dar el primer paso nuestro sentir va cambiando y estamos re encontrándonos con el sí puedo, sí lo logré, sí soy capaz!
El mejor momento para comenzar es hoy, anímate!!!