Cuando nos damos cuenta que queremos y necesitamos realizar cambios en nuestra vida, cuando sentimos que ya no nos hace bien “estar donde estamos” y “estar como estamos” buscamos implementar el cambio, buscamos hacer algo diferente; nos nutrimos de la fuerza que nos da el sentirnos motivados y entusiasmados, pero a medida que avanzamos generalmente nos vamos encontrando con trabas, con piedras en el zapato, con miedos, con excusas y sobre todo con “un sentir confuso”…con un dilema…con la ambigüedad de quiero y no quiero….con la contradicción…con el sí pero no…
En todo proceso de cambio es natural que aparezca la fuerza opuesta que es la resistencia, entender y comprender que esa fuerza generalmente tiene un propósito relacionado a la necesidad de por ejemplo “preservar mi identidad” “cuidarme” es un buen paso. La resistencia aparece para que me quede en el lugar conocido, en el lugar que me da “seguridad”, en la famosa zona de confort o zona de comodidad que muchas veces es más bien de incomodidad y de sufrimiento…. Darme cuenta de eso, clarificarlo y ponerle luz me ayuda a entender lo que hago y lo que siento y desde allí con conciencia permitirme dar los pasitos que necesito para cambiar. Reconocer que esa paradoja está y es para algo…cambio y preservación….es una contradicción….una ecuación…sí acentuamos la fuerza del cambio, aumenta la resistencia. Apoyamos las dos necesidades y llevamos esa ecuación a la luz para poder tomar decisiones.
Esta visión nos ayuda a seguir aprendiendo de nosotros mismos, a tenernos paciencia y ser flexibles. Cambiar no es fácil pero vale la pena.
Interesante saber que el ser humano tiene mecanismos de defensa que son las formas concretas de mantener la identidad…, la estabilidad…son estrategias para evitar contactar…para de alguna manera “defendernos”…para evitar darnos cuenta cómo hacemos lo que hacemos…(algunos mecanismos de defensa son: Proyección: colocar afuera aspectos de nosotros mismos Introyección: tomar algo de afuera e introducirlo en nosotros y luego digerirlo Retroflexión: Hay 2 formas. Primera forma: hacer a sí mismo lo que queremos hacer a los otros. Auto-postergación Segunda forma: cumplir uno mismo su propia necesidad, hacer a sí mismo lo que me gustaría que los otros me hagan. Autosuficiencia. Deflexión: Mecanismo fóbico por excelencia. Capacidad de dejar afuera lo que no quiero ver, escuchar. Capacidad de zafar. No tomar contacto con lo que está ocurriendo.).
Cambiar implica reconocer los mandatos que nos limitan, los miedos que nos paralizan, las creencias y los supuestos que tenemos muy integrados desde siempre y que en el momento de querer caminar de otra manera nos impiden el avance…nos hacen resistirnos. Cambiar implica avanzar en un terreno nuevo…dar pasos hacia zonas desconocidas y por esa sencilla razón implica ir hacia la “incomodidad”…
Darnos cuenta cómo hacemos lo que hacemos para estar donde estamos y comprender la ambigüedad que nos genera querer cambiar, nos lleva a ver y conectarnos con la responsabilidad por lo que no sucede, a ser responsables de nuestras acciones, a hacernos cargo, a asumir compromisos, a salir del “lugar de víctimas”, pero sobre todo nos lleva a nuevas posibilidades… nuevos aprendizajes…a generar pasos hacia un mayor bienestar, a estar más plenos… más libres para elegir… a empoderarnos y a ser gestores de nuestras acciones incorporando nuevas habilidades, escuchando nuestro corazón, teniendo la posibilidad de ser más nosotros mismos, de crecer y construir lo que quiero y necesito para ser más feliz y sano.