El desayuno es muy importante porque es la primera comida del día y con ella arranca tu metabolismo. Sí sacamos las cuentas de lo último que comimos antes de dormir con seguridad al contar las horas que tu cuerpo no ha recibido nutrientes serán al menos 8 horas y todo nuestro organismo necesita energía para comenzar la actividad.. Cuando nos levantamos nuestro cuerpo está listo para absorber los nutrientes. Y los nutrientes que le proporciones te prepararán para el resto del día.
Si llegarás a elegir saltarte o escatimar el desayuno y esperar hasta la hora del almuerzo para comer, más o menos habrán pasado 14 horas. En este punto, el cuerpo comienza a descomponer su propio músculo para suministrar los aminoácidos a otras partes del cuerpo. A la hora del almuerzo seguramente comerás en exceso y tu nivel de energía caerá como resultado del aumento en el nivel de azúcar en sangre que aparecerá como consecuencia de la enorme cantidad de comida de ese almuerzo suculento.
Hacer un desayuno saludable es fundamental para generar un patrón de buena alimentación y de ser consciente de cómo, cuanto y cuando como. Ese inicio de alimentación ordenada y sana te ayudará para seguir de buena manera el resto del día y te evitará llegar con hambre a las horas más difíciles como son la tarde y tardecita. Cuando queremos bajar de peso necesitamos planificación y orden, por lo tanto iniciar el día con un buen desayuno planificado con tiempo te ayudará muchísimo con tu objetivo de bajar de peso.
Para empezar el día necesitamos una buena dosis de energía y ésta nos la proporciona el desayuno. Lo ideal es incluir proteínas, que se pueden obtener a través de los lácteos o de fiambres, como el pavo o el jamón, y fruta e hidratos de carbono, como pueden ser unas tostadas o con cereales.
Compartimos 5 tips importantes para que fortalecer y mejorar el desayuno y para poder recargar energías sin que nos tome mucho tiempo:
1 – La noche anterior, verifica tener todo para el desayuno, en lo posible, dejá todo lo más preparado que puedas así no te quitará mucho tiempo y no tendrás excusas para saltearlo.
2 – A veces nos levantamos sin hambre pero si dejamos pasar unos minutos mientras nos preparamos para nuestras actividades, el hambre empieza a aparecer. Si no te pasa, oblígate a comer, ya que una vez que te acostumbres a desayunar será un imprescindible para ti.
3 – Un buen desayuno debe tener un lácteo (leche o yogur), un hidrato (pan), una proteína (huevos revueltos o queso) y una fruta. Puedes comer la fruta mientras te haces el café con leche y la tostada. Si estás apurado/a, podés comprar un yogur con cereales (o tenerlo en casa) y una fruta.
4 – Beber un vaso de agua o agua con limón antes de desayunar hará que tu estómago se prepare para recibir los alimentos y además tiene muchos beneficios que sólo el agua nos puede dar.
5 – Puedes optar por los licuados o batidos, mezclando frutas y verduras. Este tipo de bebidas hará que llegues con menos hambre al almuerzo, sobre todo si a media mañana le agregas una colación como puede ser una fruta, una barrita de cereal o una gelatina.
Recuerda que si necesitamos energía, tenemos que tener combustible y con más razón si además estás haciendo ejercicio.
